Cae la inversión en bonos del Tesoro; se acerca el tiempo de brillar para bitcoin
La incertidumbre sigue marcando el ritmo de los mercados financieros. ¿Estamos entrando en una crisis o, por el contrario, se avecina una recuperación?
Mientras algunos analistas son optimistas y creen que lo peor ya ha pasado, otros mantienen una postura mucho más pesimista, advirtiendo de que lo peor podría estar por venir.
En este panorama de opiniones encontradas, una cosa es segura: los inversionistas no están esperando a que se despeje el horizonte. Las decisiones se están tomando ya, y uno de los activos más afectados ha sido el bono del Tesoro de Estados Unidos, al que suele denominarse «la inversión más segura del mundo». En palabras de especialistas de Bloomberg, «los operadores presionaron el botón de pausa en los bonos del Tesoro».
Un reciente informe del Departamento de Trabajo mostró una caída en las solicitudes iniciales de beneficios por desempleo a 218.000 para la semana que terminó el 21 de septiembre (4.000 menos que la semana anterior y el nivel más bajo desde mediados de mayo). Esto trajo cierto alivio para la economía, en general.
Como consecuencia, los mercados están cada vez más enfocados en la posibilidad de que la Fed recorte nuevamente las tasas de interés en su reunión de noviembre, lo que podría hacer que los bonos pierdan aún más atractivo.
Aunque los datos laborales fueron positivos, las apuestas sobre un recorte de tasas han seguido aumentando. Se especula que la Reserva Federal podría optar por una reducción de entre 25 y 50 puntos básicos, lo que mantendría la presión sobre los rendimientos de los bonos del Tesoro, disminuyendo más su atractivo como inversión.
Acciones, oro y bitcoin se benefician del bajo rendimiento de los bonos del Tesoro
Cuando la Reserva Federal recorta las tasas de interés, los rendimientos de los bonos del Tesoro bajan. A medida que los inversionistas anticipan estos recortes, muchos están retirando su dinero de los bonos del Tesoro para buscar mejores retornos en otras áreas.
El rendimiento del bono a 10 años ha caído ligeramente, ubicándose en 3,78%. Sin embargo, si la Fed sigue adelante con una política de recortes más agresiva, los rendimientos podrían caer aún más, haciendo que estos instrumentos de deuda sean menos atractivos en comparación con activos más volátiles, entre los que se encuentran las acciones, el oro y bitcoin (BTC).
Tradicionalmente considerado un refugio seguro, el oro tiende a apreciarse cuando las tasas de interés bajan. En tanto, las acciones tienden a atraer más capital en estos escenarios, ya que las empresas se benefician de menores costos de financiamiento y los inversionistas —como ya se ha explicado— buscan mayores rendimientos en los mercados de renta variable.
Por su parte, bitcoin ha mostrado una creciente correlación con estos activos. En un entorno de tasas de interés más bajas y rendimientos reducidos en bonos, bitcoin se posiciona como una alternativa atractiva.
Bitcoin tiene razones propias para subir
No solo de los bonos del Tesoro y las tasas de interés vive el precio de bitcoin. Existen otros factores fundamentales que sugieren un escenario alcista para esta moneda digital en lo que resta de 2024 y, quizás, gran parte de 2025.
Uno de los principales catalizadores es el halving de bitcoin, que ocurrió hace seis meses. Esta reducción a la mitad de las recompensas por bloque históricamente ha sido un punto de inflexión para los ciclos alcistas de bitcoin. Tras cada halving, el suministro de nuevos bitcoins que entran al mercado disminuye, lo que provoca una presión al alza en el precio debido a la menor oferta y la creciente demanda. Si revisamos los ciclos anteriores, como el de 2016 o 2020, cada halving marcó el inicio de un rally de precios que atrajo a miles de nuevos inversionistas, y las expectativas para este ciclo no son diferentes. Históricamente, el gran ciclo alcista comienza unos seis meses después del halving, lo cual se cumpliría este octubre.
Además, este ciclo es diferente pues los ETF de bitcoin al contado en Estados Unidos (principal potencia financiera a nivel mundial) ya son una realidad, tal como reportó CriptoNoticias en enero de 2024. El lanzamiento de estos fondos cotizados en bolsa facilita a los grandes inversionistas institucionales, como fondos de pensiones y grandes gestoras de activos, tener acceso a bitcoin sin necesidad de comprar directamente la moneda digital.
Por otro lado, empresas como MicroStrategy también están dando pasos significativos en la adopción corporativa de bitcoin como reserva de valor. La compañía, dirigida por Michael Saylor, ya posee más de 250.000 BTC en su balance, convirtiéndose en uno de los ejemplos más visibles de cómo las empresas están empezando a tratar a bitcoin como un activo estratégico a largo plazo.
MicroStrategy no es la única; otras grandes empresas, como Tesla, han experimentado con tener bitcoin en sus balances, lo que fortalece la percepción de que bitcoin es una cobertura efectiva contra la inflación y las fluctuaciones del dólar.
El gráfico siguiente, tomado de la plataforma BitcoinTreasuries, muestra las 20 empresa de cotización pública con mayor cantidad de BTC en sus tesorerías, a nivel mundial:
En términos de oferta y demanda, la entrada de nuevos participantes en el mercado, ya sea a través de ETF o de la creciente adopción empresarial e individual, choca con una oferta máxima de 21 millones de bitcoin. A medida que se incremente la demanda, la escasez inherente de bitcoin aumentará la competencia por adquirirlo, lo que históricamente ha impulsado su precio de forma sostenida.
Finalmente, no puede dejar de mencionarse que a inicios de noviembre tendrán lugar las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Tanto Donald Trump como Kamala Harris, los dos principales candidatos, se han pronunciado favorablemente sobre la industria de bitcoin, las criptomonedas y «las blockchains». Si sus promesas son genuinas y, al llegar al poder, obran de tal manera que se favorece la inversión y el crecimiento de la industria, entonces el precio de bitcoin tendrá otro impulsor que lo llevará a nuevas alturas.