Bitcoin

Banco Central Europeo y la FED dan patadas de ahogado contra Bitcoin 

“Un inútil pedazo de papel.”

Reserva Federal de Minneapolis

“La existencia de Bitcoin empobrece.”

Banco Central Europeo

¿Pueden estas dos sentencias, expresadas por banqueros centrales de Estados Unidos y Europa, ser más irónicas? A primera vista, parece que no. Uno diría, con una sonrisa burlona, disimulando una rabia soterrada, que esta gente no puede ser más desvergonzada. Aparte, al leerlas, uno se siente desorientado, como si hubiera viajado al pasado, por el anacronismo de leer estas cosas casi al cierre de 2024.

Luego uno va haciendo memoria, va poniéndose en contexto, y cae en cuenta de la desfachatez de los papers publicados a nombre de estas instituciones.

Uno recuerda la ligereza con la que Neel Kashkari, presidente de la Reserva Federal de Minneapolis, dijo que “la Reserva Federal tiene una infinita cantidad de efectivo”, justo en medio del ciclo de incremento de masa monetaria más vertical de la historia; el mismo ciclo de incrementos que llevó la inflación anual de EE. UU. de 2021 a 7% y la de 2022 a 6.5% y que aún hoy amenaza con recesiones o peores escenarios.

No hay que olvidar que la Fed multiplicó por cuatro la masa monetaria, llevándola de USD 4 billones a 20 billones en solo dos años. Fuente: Fed de St. Louis.

Uno recuerda también, sin irse muy lejos, la política monetaria del Banco Central Europeo, y cómo tuvieron la destreza y la pericia para debilitar el poder adquisitivo de los habitantes de la zona euro hasta en un 10,6% para octubre de 2022.

Inflación es solo una palabra técnica para decir que tu dinero compra cada vez menos. Fuente: Banco Central Europeo.

Uno recuerda, y esto es clave para entender este artículo, querido lector, el efecto Cantillon, el cual, como explica el economista Jonathan Newman:

se refiere a los efectos desiguales de la expansión monetaria. El dinero nuevo entra en la economía en un momento determinado: el primero que gasta dinero nuevo adquiere bienes en el mercado, y esos vendedores pueden utilizar ahora el dinero para aumentar su demanda de bienes, y así sucesivamente. El dinero se propaga desde su origen, proporcionando beneficios reales a quienes están más cerca del centro. A medida que se gasta el dinero nuevo, los precios suben, lo que significa que quienes aumentan sus ingresos más tarde en esta cadena de gasto (o nunca) son los “perdedores” en este proceso.

En nuestro mundo moderno, con dinero fiduciario y banca central, el gobierno, los bancos y las instituciones financieras privilegiadas están en el centro. Quienes tienen ingresos fijos y quienes no tienen activos para vender a quienes están en los primeros niveles de la cadena de gasto están en la periferia. La impresión de dinero crea ganadores y perdedores, y la impresión perpetua de dinero crea grandes ganadores y grandes perdedores.

Dr. Jonathan Newman, miembro del Mises Institute.

Pero uno, que viene de Venezuela, que ha sufrido en carne propia y en la de sus familiares, cuan fácil es para esos agentes que están “más cerca del centro” robar tu dinero a través de la emisión monetaria; y que conoce para cuánta gente contar con una alternativa como Bitcoin fue un salvavidas (pero literalmente un salvavidas); entonces uno siente cómo el sarcasmo que uno se unta para que le resbale la realidad fíat se transforma en indignación.

Indignación ante estas piezas de propaganda, disfrazadas de investigaciones académicas, que pretenden atribuir a Bitcoin los males creados por la misma banca central del sistema fíat.

Llamar a Bitcoin un inútil pedazo de papel (¿De papel? De papel. ¿Pero, qué papel?) y pedir que se prohíba, tal como hizo la Fed de Minneapolis, porque impide al Estado implementar “un déficit primario permanente a través de deuda nominal”, o, en otras palabras, que se hipoteque el presente para que lo paguen los del futuro, es declarar abiertamente la impotencia de la Banca Central contra Bitcoin, mientras se insiste con frustración en usar la fuerza para prolongar la gestión económica a través del endeudamiento.

Decir que los efectos distributivos de Bitcoin son empobrecedores para la sociedad porque hacen más ricos a quienes entendieron primero la superioridad de esta alternativa monetaria y no a quienes no se tomaron el tiempo de estudiarlo, no solo insiste en un paternalismo que mantiene a las personas en la irresponsabilidad financiera, sino que cae en el descaro de atribuirle a Bitcoin el efecto cantillon del que tanto se ha lucrado los banqueros centrales por años.

Pero, como decimos en el titular de este artículo, esas piezas de propaganda son solo patadas de ahogado. La realidad del mundo avanza hacia la normalización de Bitcoin en la sociedad. Sea a través de su integración en las finanzas tradicionales o incluso dentro de la misma casta política, Bitcoin ya está cada vez más integrado. De ahí la sensación de anacronismo que uno experimenta al leerlas. Y lo más importante de todo es que esta integración se da sin necesidad de que sus reglas, su política monetaria interna, se tenga que ajustar a los requerimientos de nadie.

En pocas palabras, de lo que se quejan los banqueros es de que Bitcoin les quite sus herramientas para enriquecerse ellos y empobrecer a la población. Pero eso fue exactamente para lo que Bitcoin fue diseñado.

Descargo de responsabilidad: Los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias. La opinión del autor es a título informativo y en ninguna circunstancia constituye una recomendación de inversión ni asesoría financiera.

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