El BPI podría abandonar su proyecto de CBDC internacional. Conozca los detalles

El Banco de Pagos Internacionales (BPI o BIS por sus siglas en inglés) está reconsiderando el futuro de mBridge, una plataforma innovadora de pagos transfronterizos que algunos perciben como una herramienta para reducir la dependencia global del sistema financiero establecido por EEUU.

La tecnología detrás de mBridge ha llamado la atención a nivel internacional, especialmente tras ser destacada por el presidente ruso, Vladimir Putin, como un posible mecanismo para evadir sanciones y desafiar el dominio del dólar en el comercio mundial.

BPI y el futuro incierto de mBridge: ¿puede EEUU frenar la innovación en pagos transfronterizos?

La discusión en torno a mBridge tomó especial relevancia durante las recientes reuniones del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial en Washington. Los altos representantes del BIS y varios líderes financieros, conscientes de las implicaciones del proyecto, evaluaron seriamente la posibilidad de detener su desarrollo.

Una de las preocupaciones centrales era que mBridge pudiera convertirse en una vía para evadir sanciones. Particularmente aquellos como Rusia, que necesitan mover capital sin restricciones impuestas por el sistema de bancos corresponsales. Un mecanismo que hasta la fecha y en gran medida, depende del dólar estadounidense.

En un evento reciente del Grupo de los 30, Agustín Carstens, director general del BIS, fue claro al explicar que la entidad “no puede apoyar proyectos asociados con los BRICS o cualquier país bajo sanciones”.

Aunque el dólar sigue siendo la moneda predominante en el comercio internacional, la presión por encontrar rutas paralelas para el flujo de capital es cada vez más evidente. El proyecto mBridge, en este contexto, representa una posibilidad de enviar dinero directamente entre bancos centrales sin la necesidad de un intermediario estadounidense.

En este proyecto, que alcanzó recientemente la fase de “producto viable mínimo”, participan los bancos centrales de China, Tailandia, Hong Kong y los Emiratos Árabes Unidos. A principios de año, el Banco Central de Emiratos Árabes Unidos completó una transacción de 50 millones de dírhams digitales hacia China a través de esta plataforma. Por si fuera poco, en junio el BIS abrió la puerta a que bancos privados también probaran esta tecnología en operaciones reales.

Impacto de la intervención de EEUU en el desarrollo de mBridge hace tambalear la posición del BPI en el nuevo orden financiero

En la reciente cumbre de los BRICS en Kazán, Putin propuso formalmente una iniciativa similar, el BRICS Bridge. Esto con el objetivo de que las economías de este bloque puedan operar independientemente del sistema financiero supervisado por Estados Unidos.

Si bien hay marcado entusiasmo de Rusia y China, este no se traslada a todos los miembros de los BRICS. India, Sudáfrica y Emiratos Árabes Unidos, han mostrado reservas respecto a subvertir el sistema financiero internacional basado en el dólar.

Aunque el BRICS manifestó su preocupación sobre el impacto de las sanciones económicas. En su comunicado no se mencionó la creación del BRICS Bridge, lo que sugiere que persisten diferencias dentro del grupo sobre la estrategia a seguir.

Algunos analistas, como Agathe Demarais, del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, señalan que, aunque aún es difícil imaginar una adopción global de herramientas financieras alternativas de los BRICS. Sin embargo, en el largo plazo proyectos como el BRICS Bridge podrían ofrecer a países como China y Rusia una vía para proteger transacciones sensibles de la supervisión occidental.

En última instancia, el destino de mBridge dependerá de múltiples factores geopolíticos y económicos. Incluso si el BIS decidiera retirarse, es posible que los bancos centrales involucrados continúen explorando formas de avanzar en esta infraestructura paralela.

Fuente