Premio Nobel de 1981 nos explica el fenómeno de las memecoins
Elias Canetti fue un escritor búlgaro, ganador del premio Nobel de Literatura en 1981. Vivió la mayor parte de su vida entre Alemania y Austria. Además de escribir teatro, novelas, autobiografías y literatura de viajes, estudió a «la masa» como fuerza elemental de la sociedad. Y al poder, como ejercicio bravo de supervivencia.
Este escritor aplicó su análisis a fenómenos sociales más graves y determinantes, como el fascismo, el nazismo, el totalitarismo y la religión. Su análisis se ajusta, empero, a cualquier proceso de conformación de masas humanas, independientemente de su capacidad destructiva y de su finalidad grupal.
El fenómeno comunitario de las memecoins se conforma, justamente, como un lúdico y especulativo mercado de masas, uno donde el análisis de Elias Canetti calza explicativamente.
Definiendo a «la masa»: lentas, rápidas, abiertas y cerradas
En principio, Canetti define a «la masa» como un grupo de individuos, antes aislados, que logran unirse y relacionarse en torno a y con algo más grande que ellos mismos.
En el caso de las memecoins, los especuladores y entusiastas se unen en comunidades en línea para participar en mercados de activos emergentes. En conjunto, crean un mercado de masas particular en sus rasgos, porque la participación en éste difiere, en forma y en fondo, de la que tienen otra clase de inversionistas. Pongamos por caso, los de largo plazo.
Lo que caracteriza a los memecoiners es que estos, para invertir, no tienen que creer en el contenido de los proyectos que siguen, que puede ser vacío. Creen y se convencen, en cambio, en que participando y comprando nuevas criptomonedas podrán ganar dinero. El dinero y el acceso a este de la forma más pragmática y directa posible es su idea dominante de masa.
Generalmente, los inversionistas de largo plazo invierten en proyectos lejanos que serán la base de mercados emergentes. Que crean productos que deben resolver problemas que serían factibles (y más o menos predecibles) en el futuro. Estos inversionistas componen una masa lenta, definida por Canetti como la que se establece de manera organizada, progresiva y cuya meta es un objetivo en lejanía, no accesible de inmediato sino progresivamente.
La «masa lenta» no crece súbitamente, y su disgregación es más difícil y tarda años, porque difieren constantemente el proceso culmen que la disgrega. Este proceso se llama «descarga», y quedará definido en unos momentos.
Por ser masas lentas que aplazan el proceso de descarga lo más posible, conglomerados de grandes empresas, bancos y firmas de inversión, como JP Morgan o Charles Schwab, son proyectos centenarios. A menudo,también empresas transgeneracionales, que sobreviven a la existencia de un solo individuo o de varios. Bitcoin, Ethereum y otras grandes monedas de utilidad son mercados de masa lenta.
Los primeros, los memecoiners, pertenecen a la «masa rápida». Elías Canetti llamó «masa rápida» a aquella cuya formación es veloz y su disgregación súbita. Esta masa se caracteriza por la búsqueda incesante de la descarga, sin diferirla mucho en el tiempo. La memecoiner también es una «masa abierta», porque su dinámica necesita que crezca rápido y sin control.
El evento de disgregación de la masa: la descarga
La «descarga» no es más que ese momento en el quetodos los integrantes “se sienten despojados de sus diferencias y se sienten como iguales”, según Canetti.
El momento de descarga de «la masa rápida» memecoiner es uno y siempre el mismo: ver subir las cotizaciones de las nuevas criptomonedas memeras predilectas. Todos se encuentran ganando y viendo ganar a sus semejantes, y reina la felicidad y el contento entre ellos.
Los que ya estaban, no se atreven a vender en ese momento de algidez comunal: sería acelerar la disgregación de «la masa», romper con su armonía arduamente conseguida. Los que recién entran quieren participar en el arrebato, compartir la felicidad original de los primeros que llegaron. Tampoco se atreven a romper la armonía colectiva.
Como los proyectos que siguen son nuevos, espontáneos y vacíos de contenido, la idea dominante de la masa memecoiner es en exceso pragmática: poder ganar dinero. Aquí se encuentra su punto flaco, que anticipa el proceso de fuga y su posterior disgregación.
Diferencias entre masa rápida y masa lenta
Si la idea dominante de la masa memecoiner fuese elaborada, organizada y compleja, y hubiera que aplicarse profundamente en entenderla, esta se convertiría en una «masa lenta». La masa lenta tiene una conformación que es incompatible con aquella porque no cumple el requisito de la inmediatez y la descarga rápida.
Una masa convertida en lenta también mutaría a «masa cerrada», porque ninguna idea dominante de una masa lenta ocupa el centro de un mercado, y esta evita el crecimiento rápido para no verse transformada irreparablemente.
Para no ser lenta ni cerrada, «la masa» es seducida por el pragmatismo radical, que lleva a los memecoiners por la vía más directa posible para satisfacer necesidades más inmediatas: no importa el cómo ganar dinero, o con qué.
El ultimo estadio de la masa memecoiner: la fuga
Otra característica de «la masa rápida» es que tiende a convertirse en una «masa de fuga». Los memecoiners más sagaces ven el estado de feliz armonía del mercado como el momento de máximo provecho, y la señal de que la formación de masa debe romperse. En el punto más alto de la descarga masiva venden sus criptoactivos, altamente revalorizados.
Cuando el precio de una memecoin popular empieza a caer, inicia propiamente el proceso de fuga: sálvese quien pueda y todo el mundo a vender. Así, la masa memecoiner se desintegra igual que como se formó: rápidamente.
Este proceso de masas, que atraviesa fase de formación, acumulación, descarga, fuga y disgregación, es atribuible a cualquier proceso de masa conocido, según Elías Canetti.
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