Congresista republicano anuncia plan para investigar la operación Chokepoint 2.0 contra las criptomonedas

La guerra de la administración gubernamental de Joe Biden contra las criptomonedas genera enormes sospechas de motivaciones políticas entre un creciente número de expertos. Representantes republicanos quieren llegar a la raíz de este asunto para evitar que los intereses partidistas utilicen las agencias federales como armas ideológicas.

El representante republicano por el estado de Arkansas, French Hill, reveló recientemente un plan para investigar la campaña anti cripto de la saliente administración. Afirma que la misma se realizará de la manera más imparcial posible y el objetivo es liberar las agencias de la influencia partidista.

Durante los últimos cuatro años, agencias como la Comisión de Bolsa y Valores se presentaron como férreos enemigos de la innovación. En consecuencia, esta actitud que probablemente tenga motivaciones políticas habría costado centenares de millones de dólares al sector innovación. Así, otro de los objetivos de este plan es proteger industrias como la de criptomonedas.

Según críticos de la aproximación demócrata contra el mundo de las criptomonedas, las agencias federales deben separarse de los objetivos partidistas. La denominada operación Chokepoint 2.0 habría puesto en evidencia el papel negativo de la ideología partidista para los intereses de los Estados Unidos.

Hill quiere llegar al origen de la guerra contra las criptomonedas

«No debe haber espacio para la persecución política contra negocios del sistema financiero de los Estados Unidos. Tengo planes de investigar a fondo la operación Chokepoint 2.0», expresó Hill en su cuenta de X. El apodo se deriva de la operación Chokepoint de 2013. En ese entonces, el DoJ lanzó una campaña agresiva de presión contra las instituciones financieras para que rompieran relaciones con firmas de activos de alto riesgo.

La operación recibió grandes críticas, dado que perjudicaba a negocios legalmente establecidos con un régimen de persecución política. En la actualidad, los representantes del mundo de las criptomonedas consideran que la aproximación del gobierno Biden fue una reedición de esa campaña.

Para los protagonistas, inversores, desarrolladores y entusiastas de las criptomonedas, esta propuesta de Hill es oportuna. La misma permite dejar en evidencia que las medidas en contra del mundo cripto e innovación en general tienen motivaciones políticas. Asimismo, estas motivaciones se convierten en elementos contraproducentes para el papel del liderazgo tecnológico de EE. UU.

Sin embargo, la principal medida para evitar que la operación continúe causando problemas en el futuro es el establecimiento de una regulación clara. Con un marco legal específico para el sector de las criptomonedas, las antiguas leyes no podrán utilizarse como un obstáculo para los desarrollos que se dibujan en el porvenir.

Es importante tener en consideración que la guerra contra las criptomonedas no solamente dañó financieramente a las empresas. Además, causó grandes daños a la reputación de industrias puntuales como la minería digital. Mientras se acusaba sin pruebas a este sector de contaminar el ambiente, la realidad es que es una de las industrias con mayor potencial ESG de todo el mundo.

Fuente