¿Cómo impactará Trump 2.0 en la regulación y adopción de bitcoin en Latinoamérica?
Quedan exactamente dos semanas para que Donald Trump asuma la presidencia de los Estados Unidos. Un hito para el empresario, que repite su estadía en Washington tras cuatro años de gobierno demócrata. En su agenda, bitcoin (BTC) y las criptomonedas brillan cual piedras preciosas. Y su política a favor del ecosistema podría tener un impacto notable en el mundo, en especial en Latinoamérica.
Durante su campaña, Donald Trump hizo varias promesas para el ecosistema de criptomonedas, destacando su intención de convertir a Estados Unidos en la “capital cripto del mundo”, en sus palabras.
Entre sus propuestas, se encuentra la creación de una reserva estratégica de bitcoin, apoyar la minería de bitcoin y criptomonedas en el país y asegurar el derecho a la autocustodia de activos digitales.
Además, se ha comprometido a oponerse a la creación de una moneda digital del banco central (CBDC) y a eliminar los impuestos sobre las ganancias de capital en las transacciones de bitcoin.
Todas estas son políticas que tendrán un impacto certero y variado en el ecosistema, sobre todo entre los usuarios, inversionistas y empresas de Latinoamérica, donde las criptomonedas ya tienen un lugar más que asentado. Ello debido a la enorme influencia de la economía más grande del mundo sobre esta región.
Aníbal Garrido, asesor de criptomonedas y director de la Academia BT&C de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), dijo a CriptoNoticias que el impacto de las políticas pro-criptomonedas de Trump en Latinoamérica se medirá, mayoritariamente, en términos de la regulación del sector emergente. Ello debido a que la adopción de bitcoin y su ecosistema “va más allá de la adquisición y se enfoca en su uso”.
Como lo ve el especialista venezolano, es probable que el impulso de la administración Trump “esté enfocado en darle apertura a la regulación”, lo que garantizaría “el ingreso de nuevos inversionistas, más no así de usuarios reales”.
Esta visión no la comparte María Fernanda Juppet, la directora ejecutiva del exchange CryptoMKT, quien en declaraciones a este medio consideró que, si el venidero gobierno de Trump adopta una postura clara y favorable hacia estos activos, Estados Unidos generará “un efecto dominó en las políticas pro-cripto” en la región latinoamericana, tanto a nivel adoptivo como regulatorio.
A su juicio, estas políticas de Trump pueden incentivar a los gobiernos latinoamericanos a considerar las criptomonedas “como una herramienta clave para la inclusión financiera y el desarrollo económico”.
“Además, los movimientos de regulación en EE.UU. suelen influir en los marcos regulatorios de la región, estableciendo precedentes que los países tienden a seguir”, añadió Juppet.
Un ejemplo de políticas de Estados Unidos que han sido replicadas por países latinoamericanos es la reducción de impuestos para estimular la economía.
Durante la primera administración de Donald Trump se implementó una reforma fiscal en 2017 que incluía significativas reducciones de impuestos tanto para empresas como para individuos. Esta medida fue vista como una forma de incentivar el crecimiento económico y la inversión que fue emulada por México, Chile y Brasil.
En el caso de las políticas pro-criptomonedas en EE. UU., Garrido cree que Argentina estará de primera en la lista de las naciones que seguirán el patrón de Trump “muy probablemente por su afinidad en las líneas de gobierno de ambas administraciones”.
Por su parte, Juppet cree que Brasil, México y Colombia, además de Argentina, son las naciones que “tienen un potencial significativo para tomar medidas favorables hacia las criptomonedas” a partir del camino trazado por la Administración Trump.
El impacto de las políticas de Trump será diverso
Juppet ve que, una vez se establezcan las políticas pro-criptomonedas de Trump en su gobierno, el impacto se comenzará a percibir a través del aumento del interés por parte de instituciones financieras y gobiernos latinoamericanos, “acompañados de un posible incremento en la inversión extranjera en proyectos en la región”.
“Podríamos ver un mayor desarrollo de marcos regulatorios más claros y favorables en países que buscan atraer capital extranjero. Además, es probable que las empresas tecnológicas y startups de la región reciban un impulso al alinearse con las tendencias globales impulsadas desde EE.UU.”, añadió.
Garrido, por su parte, cree que este impacto inicial se medirá directamente en el precio de bitcoin y las criptomonedas. “Y quizás en la iniciativa de alguna otra nación de seguir los pasos en materia regulatoria del gigante norteamericano”, sostuvo.
Juppet sostiene que Trump tiene algunas tareas por cumplir para influir realmente en el ecosistema de bitcoin. Entre ellas, “implementar un marco regulatorio claro y favorable que brinde certeza jurídica a los actores del ecosistema, incluyendo empresas, usuarios e inversores institucionales”.
La empresaria cree que el gobierno de Trump deberá reconocer a bitcoin como un activo financiero en igualdad de condiciones que los tradicionales, estableciendo pautas claras para su uso y comercialización. Además, tendrá que facilitar la inversión en criptomonedas mediante incentivos fiscales o reducciones de barreras regulatorias, en su opinión.
La directiva de CryptoMKT también sostiene que Trump deberá fomentar la integración de bitcoin y las criptomonedas en los sistemas financieros tradicionales e impulsar la adopción de estos activos a nivel estatal, además de liderar la innovación del sector “mediante financiamiento a proyectos de investigación y desarrollo en esta tecnología”.
Garrido, más conciso, piensa que para que Trump y su gobierno influyan realmente sobre el ecosistema de bitcoin y las criptomonedas a nivel mundial, deberán “realizar transacciones de intercambio” que impliquen el uso de estos activos digitales como dinero “y no solo como refugio de valor”.
“No es una falta de autonomía”
Para ambos especialistas, el hecho de que los países comiencen a seguir los pasos de Trump en materia de criptomonedas no es una falta a la autonomía. Para Juppet, eso más bien refleja “la realidad de un mundo globalizado”.
“Los países tienden a adaptarse a las tendencias y políticas de las economías más influyentes. Esto no significa renunciar a la autonomía, sino aprovechar oportunidades para modernizar y fortalecer sus propias economías”, dijo la directiva de CryptoMKT.
“Latinoamérica tiene la capacidad de adaptar estas políticas a sus contextos específicos, desarrollando marcos regulatorios que beneficien a sus ciudadanos y fomenten la innovación local”, añadió.
Para Garrido, quien además es el director ejecutivo de la firma BTC Techno, la autonomía de las naciones y la apertura económica “no están relacionadas”.
“El interés inicial estará fundamentado en atraer capitales a las economías de las naciones y para ello la diversificación es clave”, afirmó. “Que un gigante de la economía mundial dé un paso es simplemente una señal que las naciones en búsqueda de desarrollo tratarán de emular”, añadió.
Reservas de bitcoin en países y empresas latinas
Considerando que el tema de las reservas estratégicas de bitcoin a nivel Estado-nación está en auge debido a las promesas de Donald Trump y el ejemplo de MicroStrategy, tanto Juppet como Garrido coinciden en que esta tendencia ciertamente llegará a Latinoamérica. Pero sigue siendo un camino por recorrer.
La tendencia de empresas y países a adoptar sus propias reservas de bitcoin se ha intensificado en los últimos meses, reflejando un creciente reconocimiento del valor y la estabilidad potencial que ofrece esta moneda.
Esta estrategia busca diversificar las reservas nacionales y corporativas, protegerse contra la inflación y el control de divisas, y posicionarse en la vanguardia de la economía digital.
Como ha sido reportado por CriptoNoticias, decenas de empresas en todo el mundo, así como varios países en distintos continentes, han mostrado interés por la conformación de sus propias reservas de bitcoin, en una tendencia que ha ganado un auge notable desde que Donald Trump venció en las elecciones presidenciales de noviembre de 2024.
Juppet mantiene la idea de que países y empresas latinas con sus propias tesorerías de BTC es un “escenario ambicioso”, pero no es imposible de lograr. Y esto es así ya que “algunas empresas ya están explorando estrategias similares, y gobiernos con economías en crisis podrían considerar a bitcoin como una herramienta para diversificar sus reservas o protegerse de la inflación”.
“Sin embargo, la implementación a nivel estatal en Latinoamérica dependerá de la rapidez con la que se desarrollen marcos regulatorios claros y del interés político en adoptar estrategias innovadoras”, indicó.
Garrido, en cambio, considera que para este año no es factible ver algún país o empresa de Latinoamérica creando sus reservas de BTC, a pesar de los avances en países como Brasil. “Pero sí para un futuro cercano, en el cual la capitalización de bitcoin sea más robusta en términos comparativos con otra reserva de valor como el oro”, afirmó.