Cómo los MEV y mempools privadas están privatizando el uso de Ethereum
La comunidad de Ethereum se muestra preocupada por cómo la llegada de los MEV y las mempools privadas pueden representar el inicio de la privatización del uso de la citada blockchain. Los, MEV, un concepto bastante conocido en la comunidad, ha generado un gran número de titulares en los medios cripto y ha captado la atención de muchas figuras de la comunidad, que han vertido críticas sobre ellos.
MEV y mempools privadas en Ethereum
Sin embargo, el concepto de mempools privadas es bastante reciente en el seno de los medios mainstream cripto. Ambos conceptos representan una grave amenaza para el desarrollo de Ethereum, ya que pueden llegar a representar el inicio de la privatización del uso de la citada red. El impacto no es pequeño. La expansión de las mempools ha ido en aumento desde el año 2022, llegando a superar el 12% de todas las transacciones de Ethereum en los últimos 30 días, según datos de Mempool.pics.
MEV y MEV Bots ¿Qué son?
Para entender el alcance de todo esto, debemos conocer antes qué son los MEV y mempools privadas. Los MEV o MEV Bots (Miner Extractable Value Bots o Bots de Valor Extraíble por Mineros) son programas informáticos automatizados que buscan aprovechar el Valor Extraíble por Mineros (MEV) en la cadena de bloques Ethereum.
Básicamente, hablamos de programas (sean nodos especializados, smarts contracts y demás) que monitorean constantemente las transacciones pendientes en la red Ethereum para identificar oportunidades donde puedan obtener beneficios a través de MEV. Esto podría incluir reorganizar transacciones, priorizar ciertas transacciones sobre otras o realizar operaciones específicas en el momento oportuno. Básicamente, los MEV manipulan las transacciones para obtener ganancias de las comisiones pagadas por los usuarios de la red.
Actuación desleal de los MEV
Visto así, no parece nada problemático. Es decir, no está mal obtener ganancias de las comisiones pagadas en la red. Pero si te has fijado bien, hablamos de que estos bots incluso pueden manipular el orden de las transacciones, haciendo que unas sean más prioritarias que otras, según los objetivos del MEV. Olvidándose de un punto importante: si tú pagas una comisión alta, esperas que los validadores te den prioridad por el resto. Lo que no esperas es que un tercero, en este caso un MEV, manipule para obtener mejores ganancias.
La actuación desleal de los MEV llega al punto de que pueden adelantarse a transacciones pendientes, secuestrar bloques para reorganizar las transacciones a su antojo e incluso frontrunear transacciones (algo ilegal en muchas legislaciones) para obtener ventajas económicas. Para los MEV todo es válido para obtener ganancias.
Mempools privadas: complicándolo todo
Como hemos dicho, los MEV representan un problema bastante grande. Especialmente, porque, incluso, se prestan para la censura de operaciones, si con ello obtienen ganancias. Pero lo más grave es que a este problema comienza a sumarse otro: las mempools privadas.
Las mempool son espacios de almacenamiento temporal organizado por redes blockchain y donde llegan nuestras transacciones al ser emitidas. Una vez que nuestra operación está a la espera en la mempool, un validador o minero de la red, la tomará junto con otras operaciones para construir el próximo bloque y así validar nuestra operación. Lo que sucede es que las mempools en blockchains como Ethereum o Bitcoin son públicas. Fácilmente, puedes llegar y crear un nodo Geth y ver cómo llegan las transacciones de cientos de miles de usuarios de Ethereum a tu nodo. Todo ello, con el fin de mantener la transparencia.
Pues bien, las mempools privadas representan todo lo contrario. Para acceder a ellas, o bien debes usar un monedero específico o pagar una comisión adicional para que la mempool considere tu operación. O utilizar cualquier política de acceso que la mempool privada indique.
Pensarás que esto es para favorecer la seguridad y privacidad, pero es falso. Al final, tu operación termina en la blockchain siendo pública, una mempool privada no cambia esto. Lo que sí puede ocurrir es poner el filtro de la censura, incluso en los mempools. Si los MEV tienen la capacidad de censurar, la suma de MEV y mempools privadas pueden potenciar aún más esta censura.
El peligro de los MEV y mempools privadas en Ethereum
Com puede observarse de todo lo anterior, la cada vez mayor privatización de Ethereum es innegable. Incluso, parece estar siendo promovida por actores muy cercanos a Ethereum. Un ejemplo sería ConsenSys. A través de su monedero MetaMask ha presentado una serie de «mejoras» para el propio monedero. Hablamos de los «Smart Swaps», una característica pensada para ofrecer intercambios nativos desde MetaMask a nuestros tokens. Suena muy bien, hasta que vemos que los «Smart Swaps funcionan gracias a un sistema de enrutamiento de transacciones que optimizan nuestros intercambios». Esas palabras, que suenan tan bien, son un eufemismo para no tener que decirnos: «Pasamos tu transacción por nuestros MEV y mempool privada».
Un descaro total
ConsenSys niega que esto sea así. Lo niega, pero no muestra evidencias que respalden lo que dice. De hecho, ConsenSys recientemente ha actualizado la web de riesgos de SmarSwaps de MetaMask. En ella deja claro que usa software off-chain y una serie de terceras partes, en las que se puede manipular la transacción según lo requieran.
Esto último lo reconoció el propio director de SMG, Jason Linehan, en una información ofrecida a Coindesk. La aversión al término «mempool privada» y sus connotaciones es tal, que Linehan indica que su propuesta es superior. Sin embargo, la propuesta, funcionalmente y conceptualmente, es idéntica a una mempool privada. Es como copiar letra por letra la tarea de un compañero del colegio y decir que «la tuya» es mejor, porque pusiste un adorno al cuaderno.
Con esto queda cada vez más claro que el futuro de Ethereum, será centralizado y privatizado. Los MEV y su fusión con las mempools privadas son solo más incentivos para impulsar la transformación de Ethereum hacia una red centralizada y privada. Los datos que arroja la red en este momento no mienten: en poco más de un año, las mempools privadas han pasado a ocupar el 12% de todas las operaciones de la red. Acciones como las de ConsenSys subrayan que muchos de esos pools ya ocupan sus propios MEV. Al final, lo importante es ganar dinero. Cómo se gane es otra historia.