Nueva Zelanda anuncia un plan de implementación para el marco criptográfico de la OCDE

El marco también apunta a equiparar las condiciones de declaración de impuestos de las instituciones financieras tradicionales y los proveedores de servicios de criptoactivos. De esta manera, el gobierno pretende reducir la probabilidad de pérdidas de ingresos tributarios y, así, mejorar la equidad del sistema tributario.

La nueva regulación impondrá graves consecuencias a los proveedores y usuarios de servicios de criptoactivos que no cumplan con las directrices del CARF. Las sanciones que se pueden imponer a los proveedores que no demuestren “cuidado razonable” con sus responsabilidades oscilarán entre 20.000 y 100.000 dólares neozelandeses (alrededor de 12.000 a 62.000 dólares).

Además, los clientes que no proporcionen a sus proveedores de servicios la información requerida pueden recibir una multa de 1.000 dólares neozelandeses, aproximadamente 621 dólares. Estas sanciones muestran la determinación del gobierno de implementar las nuevas reglas y garantizar que todas las partes interesadas en las transacciones criptográficas sigan los estándares de presentación de informes.

La legislación se basa en esfuerzos anteriores para regular los activos digitales

La introducción de este proyecto de ley sigue a una serie de medidas tomadas por las autoridades fiscales de Nueva Zelanda para abordar los desafíos que plantean las criptomonedas. En julio de 2024, la Hacienda Pública informó que más de 200.000 contribuyentes no habían declarado sus ingresos procedentes de criptomonedas. La legislación propuesta tiene como objetivo abordar este problema y busca prevenir futuros dent de evasión fiscal a través de activos digitales.

El impulso regulatorio actual comenzó en 2020, cuando las autoridades fiscales de Nueva Zelanda comenzaron a tratar las criptomonedas como propiedad sujeta a impuestos. Si se aprueba el proyecto de ley, Hacienda podrá obtener datos de transacciones más específicos y, por tanto, determinar de forma más eficiente los impuestos a pagar por los usuarios.

La regulación de las criptomonedas de Nueva Zelanda es similar a las medidas de otros países, aunque las medidas difieren significativamente. Mientras que algunos países están aumentando sus medidas para mejorar la recaudación de impuestos, otros están abordando la nueva clase de activos con cautela debido a su complejidad.

Por ejemplo, Corea del Sur planeó recientemente posponer la implementación de impuestos a las criptomonedas debido a la presión de los inversores. Por otro lado, la Asociación Blockchain de Japón ha presentado propuestas para aliviar los altos impuestos a las criptomonedas en un intento por fomentar una mayor participación en el mercado de activos digitales.

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