El FMI da un nuevo espaldarazo a las CBDC en claro rechazo a bitcoin
En su búsqueda de promover el desarrollo de monedas digitales de banco central o CBDC, el Fondo Monetario Internacional (FMI) presenta una guía en la que ofrece orientaciones para la creación de este tipo de monedas. Su meta es avanzar en el desarrollo de “nuevas opciones de pago”, en claro rechazo a bitcoin (BTC).
Se trata de una guía dirigida a formuladores de políticas públicas, expertos de bancos centrales y ministerios de finanzas. El documento también servirá de base para la colaboración del FMI con las autoridades de los países y partes interesadas en el desarrollo de este tipo de monedas digitales, según explica el organismo en un mensaje en X.
Bajo el título de “Manual virtual sobre moneda digital del banco central”, la guía incluye una serie de recomendaciones sobre los aspectos que se deben considerar al momento de lanzar una moneda digital. El objetivo es “compartir conocimientos, lecciones y marcos para ayudar a guiar a los formuladores de políticas mientras exploran, desarrollan e implementan CBDC”, acota el FMI.
De esta forma, el organismo se aferra a lo ya establecido en materia de dinero centralizado, mientras se aleja de opciones como bitcoin que ya cuentan con una amplia adopción en todo el mundo. En ese sentido, sería más fácil para los países usar criptomonedas que desarrollar monedas nuevas, sobre todo tomando en cuenta los fracasos de proyectos como el Petro de Venezuela y la eNaira de Nigeria.
No obstante, en una primera fase, el FMI pone a disposición de los interesados los primeros 5 capítulos del manual, en los cuales se ofrecen las orientaciones iniciales. Los temas de estos primeros capítulos están relacionados con técnicas de exploración, gestión de las CBDC, y su influencia en la política monetaria y en la inclusión financiera. Otros capítulos se presentarán próximamente.
Los “objetivos políticos” como primera orientación
Entre las principales recomendaciones de la guía se destaca la necesidad de definir “objetivos políticos”. Se refieren así al desarrollo de nuevas opciones de pago digital “respaldadas por los bancos centrales”, y a la inclusión financiera como temas “clave” para optar por la creación de monedas digitales.
Para el FMI, las CBDC no solo deben diseñarse para replicar algunas de las propiedades deseables del efectivo, como el acceso a pagos sin una cuenta bancaria, sino que también deben ofrecer tarifas bajas o nulas y requisitos de identidad menos estrictos. Esto, de cara a ganar popularidad entre las poblaciones de bajo riesgo, que luchan por obtener documentación de identidad formal.
Aun cuando no se nombra en el manual, el organismo hace alusión a bitcoin y otras criptomonedas, que son las alternativas que actualmente ofrecen al público esas posibilidades. La diferencia en este caso es que la moneda de Satoshi Nakamoto no está vinculada al banco central ni a ningún gobierno, dando a los usuarios la posibilidad de utilizar un tipo de dinero descentralizado.
A pesar de estas ventajas, el FMI junto a algunos gobiernos y organismos internacionales alegan que las criptomonedas no cumplen con sus requisitos de integridad financiera. De ahí que se hayan manifestado en varias ocasiones en contra del ecosistema de las criptomonedas, advirtiendo que se trata de inversiones de “alto riesgo”.
Tal como ha informado CriptoNoticias, a partir de la popularidad que ha ganado bitcoin, el FMI ha desplegado una carrera para competir en el mercado con otro tipo de moneda que ofrezca ventajas semejantes. Para ello, ha tomado como bandera las CBDC. Con este fin, ha estado promoviendo su creación, no solo a través de una gran cantidad de informes sino también ofreciendo asesorías a los gobiernos.
Es así cómo, con el apoyo del FMI y de otros organismos como el Banco de Pagos Internacionales (BIS), más de 100 bancos centrales de todo el mundo están evaluando el lanzamiento de CBDC. Todo ello, en medio del rechazo de las mayorías.