El miedo a las stablecoins crece y da un nuevo impulso a las CBDC
En 2019, cuando Facebook anunció el lanzamiento de Libra (renombrada luego como Diem) no imaginó el impacto que su anuncio causaría. Y aunque el proyecto de stablecoin nunca vio la luz, las secuelas del temor que el anuncio generó entre gobernantes de todo el mundo siguen presentes.
Son estos miedos los que hacen que la mayoría de los bancos centrales sigan adelante con sus proyectos de monedas digitales de banco central (CBDC), a pesar los cuestionamientos que se hacen. Es por ello que, lejos de desaparecer, el interés de los gobiernos por su desarrollo no para de crecer, pero ahora con un nuevo enfoque.
Así lo señala la más reciente encuesta del Banco de Pagos Internacionales (BIS) realizada a 86 bancos centrales de todo el mundo, 28 de ellos ubicados en los países más desarrollados.
Según los resultados del estudio – publicado este 14 de junio– los planes de lanzar una CBDC ya incluyen al 94% de los bancos centrales, cuya motivación principal es contrarrestar el interés del público por las stablecoins y criptomonedas como bitcoin (BTC).
«Más de la mitad de los bancos centrales que respondieron la encuesta (63%) afirmaron haber acelerado sus trabajos sobre CBDC como reacción a la evolución de las stablecoins y otros criptoactivos», señala el informe.
Agrega que los temores, por la forma en que las stablecoins pueden afectar «la seguridad y estabilidad de los sistemas de pagos», siguen presentes entre los banqueros, quienes creen que el uso generalizado de este tipo de monedas terminará afectándolos en el futuro. Esto, aun cuando señalan que, hasta ahora, los volúmenes de pagos con monedas estables en sus países «son insignificantes».
De esta forma, el miedo a las stablecoins parece ser una constante en los bancos encuestados, impulsándolos a hacer seguimiento continuo de sus operaciones y promover regulaciones.
La encuesta del BIS revela que el porcentaje de jurisdicciones que recopilan datos y/o estudian el uso de stablecoins ha crecido sustancialmente en los últimos meses. Aunque tal seguimiento no solo se hace para evaluar sus riesgos y proponer regulaciones, sino también para utilizarlas como insumo en el desarrollo de las CBDC.
Las stablecoins se diferencian de las CBDC en que no representan un derecho sobre un banco central, pero la información sobre los usos y las características de los usuarios de monedas estables y criptomonedas podría servir de base para el diseño de las CBDC.
Informe de BIS.
La idea de los banqueros es obtener información sobre la forma en que las personas utilizan stablecoins y criptoactivos, a fin de «arrojar luz» sobre los posibles casos de uso y adopción de monedas digitales de banco central.
En ese sentido, todo apunta a que los bancos ahora están poniendo el foco en su uso para pagos transfronterizos, planeando incorporarlas al comercio internacional. Una intención que ya han hecho manifiesta países como Rusia y Ruanda.
Eso explica el inusitado aumento del interés por las monedas digitales de banco central mayoristas, las cuales, de acuerdo con el BIS, ya superan a las minoristas. «En particular, algunos encuestados mencionaron que una CBDC mayorista podría abordar los retos a los que se enfrentan actualmente los pagos transfronterizos, como los altos costes, la baja velocidad, acceso limitado e insuficiente transparencia».
Tal como ha informado CriptoNoticias, las CBDC mayoristas o wholesale también se destinan para la liquidación de pagos interbancarios, sirviendo además como mecanismo para crear dinero de banco central tokenizado.
Que la mayoría de los proyectos se enfoquen en CBDC mayoristas también podría relacionarse con la lluvia de críticas en contra de las CBDC minoristas (pensadas para pagos cotidianos), las cuales están actualmente en tela de juicio en varias partes del mundo al considerarse instrumentos de control estatal.
Los ejemplos de Nigeria, China y los países del Caribe Oriental, que han mostrado a un público mayormente desinteresado por estas monedas, están siendo tomados en cuenta por lo banqueros.