Grayscale quiere salvar a su ETF de bitcoin con un beneficio para inversionistas
Casi todos los ETF de bitcoin, que fueron aprobados hace aproximadamente tres meses en Estados Unidos, están siendo un éxito. Día a día, estos productos financieros rompen nuevos récords de volumen de comercio, o de activos bajo gestión. Pero hay una excepción: GBTC, el ETF de bitcoin emitido y administrado por la empresa Grayscale.
Tal como CriptoNoticias ha explicado, GBTC es, de estos fondos de inversión, el que cobra tarifas de gestión más elevadas. Esto ha espantado a los inversionistas, que corren con su dinero hacia los demás ETF, principalmente hacia los de las compañías BlackRock y Fidelity, que lideran el mercado.
Pero Grayscale no se queda de brazos cruzados mientras su ETF se desangra. Su estrategia para hacer su producto financiero más competitivo no será bajar las comisiones de gestión sino otorgarles un beneficio a sus poseedores.
En un movimiento estratégico, Grayscale ha propuesto ante la SEC una escisión de su fondo GBTC para crear una nueva versión «mini» de su ETF, utilizando el simbólico ticker $BTC.
Este plan, según explicó el especialista en fondos de inversión, James Seyffart, consiste en dividir una porción del valor de las inversiones en GBTC entre el fondo existente y el nuevo fondo BTC. Por ejemplo, si un inversor tiene 1.000 dólares en GBTC, tras la escisión, terminaría con 300 dólares en $BTC y 700 en GBTC (es solo un ejemplo imaginario, asumiendo una división del 30%).
Este método no tradicional ofrecería una ventaja fiscal significativa para los inversionistas existentes, especialmente aquellos sujetos a impuestos sobre las ganancias de capital, al proporcionarles una forma de diversificar y potencialmente aumentar su exposición al mercado de bitcoin sin incurrir en los costos fiscales que normalmente acompañarían a la venta de acciones de GBTC para reinvertir en otros productos.
Para entender mejor esto, hay que tener en cuenta que cuando los inversionistas venden acciones de un ETF o cualquier otro activo por más de lo que pagaron, normalmente deben pagar impuestos sobre las ganancias de capital. Sin embargo, si en lugar de vender, sus inversiones son reorganizadas a través de una escisión, pueden diferir el pago de impuestos hasta que vendan las nuevas acciones, potencialmente a una tasa más favorable o en un momento más oportuno para sus necesidades fiscales. Todo esto puede variar según la jurisdicción en la que se encuentra el inversionista y su situación fiscal.
La decisión de no reducir las tarifas de gestión, sino optar por una estrategia que beneficie fiscalmente a los inversionistas, refleja un enfoque novedoso en el competitivo mercado de los ETF de bitcoin.
Además, este nuevo ETF podría (es solo una suposición) tener tarifas más competitivas que el original GBTC, por lo que atraería a nuevos inversionistas.
De todos modos, la decisión final sobre este «mini» ETF está en manos de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) que debe aprobar o rechazar la solicitud presentada por Grayscale. Para esto, tal como ha ocurrido con los ETF de bitcoin al contado, puede llevarse a cabo un extenso proceso que incluya conversaciones entre la empresa solicitante y el organismo regulador.