Jefe de la CFTC dice que las criptomonedas son commodities y le disputa autoridad a la SEC
Rostin Behnam, presidente de la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas (CFTC) de Estados Unidos considera que la mayoría de las criptomonedas son productos básicos, un calificativo que los ubica en el rango de las mercancías o commodities.
Se trata de unas declaraciones muy polémicas. Sobre todo, tomando en cuenta la visión totalmente distinta que ha manifestado hasta ahora el presidente de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC), Gary Gensler, para quien todos los criptoactivos (excepto bitcoin) son títulos valor.
Los comentarios de Behnam se dieron a conocer este 12 de diciembre a través de una publicación en CNBC, donde el presidente de la CFTC asegura que, según las leyes existentes, muchos de los tokens que se comercian en el mercado son productos básicos.
Con estas declaraciones el funcionario también admite que existe una especie de “guerra territorial” entre varios de los organismos reguladores de Estados Unidos, particularmente entre la SEC y la CFTC. Una situación que complica el panorama para las empresas de criptomonedas que operan en ese país.
La SEC, por su lado, utiliza la prueba de Howey para determinar si alguna inversión es un título valor. Al seguir los parámetros de esta prueba, derivados de un caso judicial que se debatió en 1946, Gensler afirma que muchas criptomonedas son títulos valor porque el público y las empresas que las respaldan anticipan ganancias.
La CFTC, por su parte, se rige por pautas de comercialización y toma en cuenta la cotización de muchas criptomonedas en las bolsas del organismo. Un mecanismo que también siguen los exchanges para calificar las criptomonedas que se intercambian en sus plataformas, basados además en criterios de descentralización.
De hecho, la Comisión ya había determinado en el 2015 que las criptomonedas cumplían con la definición de commodity. Lo recordóChristopher Giancarlo, presidente de la Comisión para esa fecha, en un discurso que pronunció ante el congreso estadounidense.
Tal como informó CriptoNoticias, la calificación de la CFTC fue ratificada en marzo de 2018 por Jack Weinstein, un Juez del distrito de Nueva York asignado en el caso legal entre ese organismo y el operador de criptomonedas CabbageTech.
El magistrado dictaminó que la CFTC tenía facultad de darle a las criptomonedas el carácter regulatorio de commodities. El juez Weinstein tomó esta decisión ya que, a su parecer, las criptomonedas encajan dentro de la descripción de los bienes utilizados en el comercio e intercambiables con otros del mismo tipo.
Falta de claridad, el obstáculo para la regulación en EE. UU.
Vistas las posturas anteriores, es obvio que la CFTC y la SEC chocan entre sí al manejar conceptos opuestos. Esto, a pesar de que Behnam asegura que ambas instituciones tienen una relación de trabajo positiva, “enfocada en proteger los mercados estadounidenses, el ecosistema financiero del país y los consumidores”.
A pesar de ello, el conflicto conceptual en torno a si las criptomonedas son mercancías o títulos valor se ha convertido en uno de los principales obstáculos para establecer directrices regulatorias claras para la industria de los activos digitales en EE. UU. De ahí la insistencia del presidente de la CFTC en la necesidad de una acción legislativa urgente.
Hay que considerar además las implicaciones legales de ambos conceptos. Si las criptomonedas se clasifican como commodities, se perciben como bienes básicos intercambiables, como el oro o el petróleo. Los usuarios podrían esperar un enfoque más flexible en términos de regulación. Las transacciones podrían ser más sencillas, con menos restricciones administrativas en comparación con los valores tradicionales.
Si se clasifican como securities (valores), estarían sujetas a regulaciones más estrictas, similares a las de las acciones y bonos. Esto podría significar más protecciones para los inversionistas, pero también más requisitos y restricciones, como la necesidad de revelar cierta información y cumplir con las regulaciones de oferta pública.
Las dos visiones hacen evidente los dilemas que enfrentan los gobiernos en su esfuerzo por aplicar leyes a un ecosistema tan disruptivo como el de bitcoin. Las diferencias que existen, no solo entre autoridades estadounidenses sino entre reguladores de todo el mundo, muestran la poca claridad que se tiene al momento de tratar estos activos.