La convulsión política dispara el uso de criptomonedas en Venezuela
Inmersos en una fuerte convulsión política que se ha visto agravada tras las elecciones presidenciales realizadas en julio pasado, los venezolanos recurren a las criptomonedas como refugio de valor. Los activos digitales se convierten en una de las principales herramientas para enfrentar la incertidumbre, mientras continúa la disputa internacional por los resultados electorales.
Aunque las cifras del año pasado parecían indicar un ligero desinterés en el sector, los datos de este 2024 apuntan a un crecimiento sustancial de las transacciones con criptomonedas en territorio venezolano. Así lo señala el informe 2024 de Chainalysis para América Latina, el cual posiciona al país suramericano en el cuarto lugar, por detrás de Argentina, Brasil y México.
El país se coloca solo un puesto más arriba del ocupado el año pasado. Un avance que parece pequeño, pero que se acompaña de un crecimiento interanual de más 110% (el doble respecto 2023). Este ascenso implica un volumen transado de más de 25.000 millones de dólares, con el cual Venezuela supera con creces el avance logrado por cualquier otro país de la región durante el último año.
«En primer lugar, parece que los venezolanos se sienten atraídos por los activos digitales para combatir la caída en picada del valor de su moneda local, el bolívar (VES)», acota Chainalysis, citando también los recientes anuncios de Nicolás Maduro de «retomar las criptomonedas», aunque hasta ahora no se han anunciado planes concretos sobre el tema.
En ese sentido, el informe recuerda que el constante declive que experimenta el bolívar desde hace varios años, hace que Venezuela siga siendo uno de los mercados de criptomonedas de más rápido crecimiento en la región. Esto, a pesar del tumulto que representó el escándalo de corrupción que estalló el año pasado y que involucró a la Superintendencia de Criptoactivos (Sunacrip), causando su intervención y avivando los temores generados por los allanamientos de granjas para la minería de bitcoin que aun siguen en marcha.
Todos estos hechos, reportados por CriptoNoticias, causaron un fuerte retroceso en el ecosistema venezolano y prácticamente cercenaron a la industria minera de Bitcoin, que iba en franco ascenso. De igual manera opacaron las iniciativas legales que habían colocado al país entre los pioneros en materia regulatoria.
De hecho, este año se observa un descenso del interés por bitcoin entre los venezolanos, pues estuvo solo en 12% de las transacciones (el año pasado las transacciones con BTC representaron más del 13%). Esta vez los ojos se posaron en ether (ETH) y las altcoins, que estuvieron involucradas en más del30% de las transacciones. Aunque –al igual que en el resto de la región– las preferidas son las stableconis (56,4% de las transacciones).
El auge de las DeFi
La crisis económica y política que afecta al país también parece haber incidido en un mayor interés por el uso de plataformas para finanzas descentralizadas (DeFi), pues las estadísticas muestran un aumento sustancial desde el último trimestre de 2023. El contraste con datos de años anteriores es muy fuerte, considerando que el uso de exchanges centralizados rondaba el 100% en 2022 y el 92% a inicios de 2023, tal como se observa en el siguiente gráfico:
«Aunque los servicios centralizados siguen siendo los más populares en lo que va de año, la creciente cuota de mercado de DeFi será un área a vigilar en el país en un futuro próximo», comenta el informe de Chainalysis, señalando que esto indica que los usuarios de criptomonedas en Venezuela se están abriendo más a la innovación. Intuyen que también podría significar que los habitantes del país tienen expectativas de cambios favorables.
La firma de análisis cierra su evaluación del caso Venezuela, concluyendo que las relaciones del país con las criptomonedas suelen ser de las «más tumultuosas» de la región.