La revolución de las Stablecoins en Latinoamérica en 2023
En Latinoamérica, las stablecoins, también conocidas como monedas estables, están cobrando cada vez más importancia. En enero de 2023, representaron el 12.9% de la capitalización del mercado cripto global, y el 80% de los usuarios ya poseía USDT, una popular moneda estable.
Las stablecoins, cuyo valor se vincula a monedas fiduciarias o incluso al oro, se clasifican en tres tipos: las respaldadas por divisas como el dólar o el euro, aquellas vinculadas a otras criptomonedas como DAI, y las respaldadas por bienes físicos como Pax Gold, que equivale a un gramo de oro.
El surgimiento y evolución de las stablecoins
La primera stablecoin, el USD Tether, fue creada en 2014, combinando las ventajas de la criptomoneda con la estabilidad financiera. Desde su creación, han surgido múltiples proyectos de stablecoin, cada uno con su metodología y enfoque en mantener un valor estable, ofreciendo así una alternativa frente a la inflación y facilitando el manejo de activos digitales.
Según Andrés Salcedo, líder de Cripto en Bitso, ha habido un aumento significativo en la adquisición de stablecoins en el último año. Este fenómeno se atribuye a tres tendencias principales: la protección contra la inflación en Latinoamérica con dólares digitales como USDT, USDC y DAI; la necesidad de acceso a mercados internacionales a través de la tecnología blockchain para comercio y remesas; y la eficiencia, seguridad y rapidez que proporciona blockchain.
Para finales de 2023, se espera que haya aproximadamente 99 stablecoins en circulación, con seis opciones populares en Latinoamérica: USD Stablecoin (USD), EUR stablecoins (EUR), Pax Gold, Tether USD (USDT), DAI y True USD (TUSD). Estas monedas están ganando popularidad como herramientas para proteger el valor de los fondos frente a la volatilidad de las divisas locales y acceder a servicios financieros globales.
Este creciente interés en las stablecoins refleja una adaptación de los mercados latinoamericanos a un entorno financiero más digital y globalizado. Los inversionistas ven en estas monedas digitales una forma de contrarrestar la depreciación de las monedas locales y aprovechar las oportunidades del ecosistema cripto, marcando un cambio significativo en la interacción de la comunidad latinoamericana con el sistema financiero y superando barreras para acceder a dinámicas financieras globales.