Los pagos digitales y las criptomonedas en Europa
Los pagos digitales y las criptomonedas son dos fenómenos que están transformando el panorama financiero mundial. En Europa, ambos tienen una creciente relevancia y regulación, así como oportunidades y desafíos.
Los pagos digitales son aquellos que se realizan mediante dispositivos electrónicos, como tarjetas, móviles o ordenadores, sin necesidad de usar dinero en efectivo. Los pagos digitales ofrecen ventajas como la rapidez, la comodidad, la seguridad y la trazabilidad. Sin embargo, también plantean riesgos como el fraude, la ciberdelincuencia o la exclusión financiera.
Las criptomonedas son activos digitales que se basan en la tecnología de cadena de bloques (blockchain) para garantizar su autenticidad, integridad y descentralización. Las criptomonedas pueden funcionar como medio de pago, de inversión o de reserva de valor. Algunas de las más conocidas son el bitcoin, el ethereum o las stablecoins, que son criptomonedas que mantienen un valor estable respecto a una o varias monedas o activos.
Javier Castro Acuña, responsable de cripto y web3 de Bitnovo afirma: “Las criptomonedas se están convirtiendo no solo en una forma de pago habitual en todo el mundo, sino también en un medio para realizar liquidaciones de manera mucho más rápida, barata y transparente. Desde el 2020 hasta el presente, la tendencia en relación a la adopción cripto ha ido en lento pero continuo crecimiento, y así es como las criptomonedas se están convirtiendo en un medio de pago adicional.”
La Unión Europea (UE) está desarrollando un marco normativo para regular los pagos digitales y las criptomonedas, con el objetivo de proteger a los consumidores, asegurar la estabilidad financiera y fomentar la innovación. Algunas de las iniciativas más relevantes son las siguientes:
• El reglamento relativo a los mercados de criptoactivos (MiCA), que establece por primera vez unas reglas armonizadas para los emisores y proveedores de servicios de criptoactivos en la UE. El MiCA abarca tanto los criptoactivos no respaldados por activos, como el Bitcoin, como las denominadas criptomonedas estables, que pueden estar respaldadas por depósitos bancarios o por otros activos. El MiCA busca ofrecer una mayor protección a los inversores, evitar el uso indebido de los criptoactivos y favorecer la innovación en el sector.
• El Euro digital, que es un proyecto del Banco Central Europeo (BCE) para emitir una versión electrónica del euro. El Euro digital sería un dinero legal emitido por el BCE y almacenado en un monedero digital accesible directamente por los usuarios. El Euro digital ofrecería varios beneficios, como mejorar la inclusión financiera, apoyar la digitalización de la economía y complementar el efectivo como medio de pago. El BCE prevé decidir si lanza el proyecto del euro digital a mediados de 2021.
• La directiva sobre servicios de pago (PSD2), que entró en vigor en 2018 y regula los servicios de pago en el mercado interior. La PSD2 introduce nuevos actores en el sector, como los proveedores de servicios de iniciación de pagos (PISP) y los proveedores de servicios de información sobre cuentas (AISP), que facilitan el acceso a las cuentas bancarias de los usuarios mediante interfaces digitales. La PSD2 busca aumentar la competencia, la transparencia y la seguridad en los pagos digitales.
La expansión y el uso de los pagos digitales y las criptomonedas en Europa reflejan el carácter dinámico y diverso del fenómeno financiero digital. Los pagos digitales y las criptomonedas permiten a los usuarios participar en la economía digital y beneficiarse de sus oportunidades y desafíos. Sin embargo, también implican ciertos riesgos, como ataques cibernéticos, fraudes o pérdidas de activos. Por ello, los usuarios deben estar informados de las características e implicaciones de los diferentes tipos de pagos digitales y criptomonedas y elegir los que mejor se adapten a sus necesidades y preferencias.