Más de 100 países, incluido Brasil, ya están probando CBDC, según revelan datos
Más de 117 países se han embarcado en el viaje de diseñar sus propias monedas digitales de bancos centrales (CBDC). Esta tendencia gana importancia como respuesta directa al crecimiento de Bitcoin (BTC) y las criptomonedas. Según informes de cbdctracker.hrf.org, publicados recientemente por el equipo de la Fundación de Derechos Humanos (HRF), los avances son notables: nueve países, junto con las ocho islas de la Unión Monetaria del Caribe Oriental, ya han lanzado sus propias monedas digitales. Además, 38 países, incluidos Hong Kong y Brasil, se encuentran en fases piloto, mientras que otros 66 países y dos uniones monetarias están investigando activamente el desarrollo de CBDC. Este movimiento refleja una evolución significativa, especialmente considerando que en 2020, solo alrededor de 35 países participaron en este proceso. Las cifras del grupo de análisis económico Atlantic Council indican un crecimiento de más del 300% en sólo tres años. A pesar de las críticas que enfrentan algunas de estas monedas, ya que se consideran herramientas de control estatal, la creciente adopción refleja el deseo de los gobiernos de proporcionar alternativas de pagos digitales gestionados de forma centralizada. Instituciones como el Banco de Pagos Internacionales (BPI) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) reconocen esta necesidad.
Adopción de CBDC
Entre los proyectos destacados se incluyen el yuan digital de China, implementado en todas las provincias del país, y la rupia digital de la India, con amplio acceso a millones de usuarios y comerciantes. Rusia también avanza en pruebas piloto, mientras países latinoamericanos como Guatemala, Honduras, Perú y México intensifican sus investigaciones sobre CBDC. En el continente africano, eNaira de Nigeria se lanzó en 2021, pero enfrenta desafíos de aceptación. El bajo uso llevó al gobierno a imponer restricciones, con el objetivo de aumentar su adopción. En Europa destacan proyectos centrados en pagos transfronterizos, siendo el euro digital una propuesta legislativa en desarrollo. Brasil también se sumó a esta ola, con el proyecto Drex, actualmente en fase de prueba. Mientras tanto, los países del Caribe también están buscando lanzar sus propias monedas, como el JAM-DEX de Jamaica. Estos movimientos buscan no sólo la innovación, sino también una respuesta a los crecientes intereses de las masas en las criptomonedas.