NFTs en la música: Cambiando la industria
La música ha sido una de las formas más antiguas de expresión humana y ha evolucionado constantemente. No obstante, la industria musical se enfrenta a una nueva revolución impulsada por la tecnología Blockchain y los tokens no fungibles (NFT).
La combinación de la música con esta tecnología ha creado un nuevo panorama en el mundo artístico. Brindando a los artistas una manera única y efectiva de monetizar su trabajo y conectarse con sus fans. En sí, la música NFT permite a los artistas crear y vender música directamente a sus fans como activos digitales exclusivos.
Ahora bien, el impacto de los NFT en la música no solo trasciende en los beneficios a nivel económico. Los artistas musicales tienen la oportunidad de desarrollar relaciones más estrechas con sus fans y formar comunidades.
Es importante mencionar que los NFTs no son intercambiables, son archivos únicos, no es como Bitcoin. Por tanto, no podremos intercambiar una obra audiovisual por una obra musical.
NFTs musicales
Los NFTs musicales brindan a sus propietarios derechos exclusivos sobre contenido musical, lo que permite a músicos y compositores establecer conexiones innovadoras con sus oyentes.
Además de la música, estos NFTs ofrecen a los propietarios otros productos como carátulas de álbumes, videos, entradas para conciertos físicos o virtuales, vistas previas de canciones inéditas, entre otras opciones, que son decididas por el artista y están incluidas en el token.
Por ejemplo, unos de los primeros en subirse al carro fueron los norteamericanos Kings of Leon, ofreciendo diferentes productos inéditos y exclusivos, llegando incluso a vender el derecho a disfrutar de asientos a sus conciertos en primera fila de por vida. También, el cantante y compositor argentino Lisandro Aristimuño, lanzó una colección de cuatro NFTs que incluían grabaciones de canciones inéditas, obras de arte y fotografías únicas.
Por otro lado, Coachella, uno de los festivales musicales más innovadores, anunció entradas para su festival en formato NFT. Y no entradas para un solo festival, entradas para toda la vida. 11.010 NFTs divididas en tres colecciones que equivalían a entradas al festival, experiencias únicas una vez dentro del festival y/o otros obsequios y exclusividades.
Igualmente, el cantante de hiphop Nas, dos de sus últimos éxitos, premiados con Grammy en 2022 y 2021, se pusieron a la venta en forma de NFT. En total, 760 tokens que daban derecho a la propiedad sobre la reproducción de esas canciones en plataformas de streaming.
Impacto de los NFT en la industria musical
Los NFT musicales tienen un impacto significativo en la industria al democratizarla y redistribuir los beneficios de manera más justa. Tradicionalmente, los sellos discográficos han obtenido la mayor parte de los ingresos, dejando a los artistas con una porción mínima. Sin embargo, la naturaleza de los NFTs cambia esta dinámica al permitir que los artistas asuman un papel más importante y obtengan beneficios equitativos.
De hecho, los NFTs musicales tienen un impacto transformador en la industria al empoderar a los artistas, fortalecer la relación con los fans y redistribuir los beneficios de manera más equitativa. Esto lleva a una industria musical más justa y sostenible, donde todos pueden disfrutar de su parte justa del pastel.
No obstante, el paradigma cambia completamente con la llegada de los NFTs, porque se crea una nueva forma de distribución donde se eliminan los intermediarios. Ya no habría ningún sello ni compañía discográfica que interceda, por lo que los artistas serían los poseedores de los derechos, pudiendo quedárselos o distribuirlos como ellos prefieran. Así, la música podría ir del artista al oyente directamente, gracias a las plataformas musicales NFT que en este caso actuarían como vehículo.
En resumen, la música NFT está transformando la industria musical, desde la creación y distribución de música hasta la forma en que los fans interactúan con sus artistas favoritos.
Para cerrar, los artistas que tienen más posibilidades de triunfar en la industria actual son aquellos dispuestos a aprovechar todas las herramientas disponibles para construir una comunidad interactiva y comprometida en torno a su trabajo.
Me despido con esta frase de Mattias Tengblad: «Cuando los vídeos musicales aparecieron en los años 80, era algo totalmente nuevo y la gente no sabía qué hacer con ello. La adopción de estas cosas suele empezar lentamente, pero al final se convierte en algo generalizado».