Policía español afirma que introdujo $40 millones en droga pensando que eran criptomonedas
En un sorprendente caso, uno de los dos agentes de la Policía española acusados de introducir 365 kilos de cocaína en España desde Colombia ha alegado en su declaración que creía estar escoltando criptomonedas y no drogas ilícitas.
Los hechos se remontan al 14 de septiembre de 2022. Aquí el acusado se encontraba realizando labores de escolta a un camión desde el Puerto de Málaga hasta un polígono industrial en la localidad sevillana de Dos Hermanas.
Policía afirma que pensaba estar transportando criptomonedas y no droga
Según su testimonio, un empresario le había contratado para llevar a cabo esta tarea. Asegurándole que el camión transportaba equipos informáticos dedicados a la minería de criptomonedas.
España figura entre los 5 países con más cajeros en criptomonedas. Fuente: Statista.
Durante el trayecto, el agente comenzó a sospechar que algo no estaba bien. Pero al parecer solo llegó percatarse cuando tenía la presencia de tres vehículos policiales camuflados que les seguían. A pesar de esta señal de alerta, mantuvo la creencia de que el contenido del camión era legítimo y relacionado con la tecnología blockchain.
La Fiscalía, sin embargo, sostiene que los acusados, incluyendo dos policías, un guardia civil y un escolta privado, estaban involucrados en el transporte y manipulación de la carga de drogas. Según su versión, los implicados llevaban a cabo labores de control y vigilancia desde un vehículo durante el traslado de la droga desde Málaga a Sevilla, así como durante la descarga en una nave.
La operación policial condujo al arresto de los acusados tuvo lugar en septiembre de 2022. Y, desde entonces, los dos policías, el guardia civil y el escolta permanecen en prisión. Además, tres acusados adicionales también están privados de libertad.
España: un mayor conocimiento de las criptomonedas habría sido de ayuda
Por las dudas, y para quienes apenas se inician las últimas tecnologías Web 3.0, no está de más señalar que las criptomonedas y la cocaína son completamente diferentes en términos de naturaleza y transporte. Las criptomonedas se transfieren electrónicamente a través de la red blockchain, mientras que las drogas ilícitas, como la cocaína, se transportan físicamente.
Estos principios aplican incluso en el caso de monederos físicos y de autocustodia. La posibilidad de que el agente realmente creyera que escoltaba criptomonedas en forma física es baja, dada la naturaleza fundamentalmente diferente de estos activos.
La Fiscalía busca imponer penas de ocho años de prisión y multas de 45 millones de euros para cada uno de los once acusados. Se estima que, de haberse distribuido la droga al por menor, su valor habría ascendido a casi 38 millones de euros, es decir, más de 40 millones de euros.
Este caso plantea interrogantes sobre la supervisión y control en las operaciones policiales, así como sobre la posibilidad de confusiones en situaciones donde la tecnología y las actividades ilícitas convergen de manera inesperada.
En todo caso, la peculiar defensa del agente acusado de transportar cocaína, al afirmar que creía escoltar un cargamento de criptomonedas, resalta la importancia de la educación sobre tecnologías emergentes. En el caso de inocencia, un entendimiento adecuado de las criptomonedas habría alertado al agente sobre la incongruencia del encargo.
Por otro lado, si el acusado es culpable, un conocimiento más profundo le habría llevado a presentar una defensa más sólida con argumentos más factibles.