Finanzas

¿Por qué un multimillonario elige bitcoin en vez de acciones?

Corría el año 1987, cuando en las oficinas de Tudor Investments, Paul Tudor Jones y su equipo, analizaban gráficos y proyecciones. Afuera, Wall Street era una verdadera fiesta y los corredores de bolsa celebraban las cifras astronómicas que aparecían en las pantallas.

Sin embargo, en Tudor Investments la situación era distinta. Después de analizar los patrones, Tudor Jones advirtió que el panorama era similar al crash financiero de 1929.

Fue en ese momento que el inversionista decidió ir contra la marea y compró posiciones en corto (short) en el mercado de acciones. Una operación financiera que, hasta el día de hoy, es recordada,.

En trading, las posiciones en corto son «apuestas» que realiza un inversionista esperando que el precio de un activo disminuya. Para ello, el inversionista pide prestadas las acciones del activo a través de un corredor o bróker.

Si el precio baja, puede comprar las acciones a una cotización más baja para devolver el préstamo al bróker o la entidad que lo facilitó y obtiene una ganancia por esa diferencia. Si el precio sube, el inversionista deberá afrontar pérdida, ya que deberá comprar las acciones a un precio más alto.

Paul Tudor Jones es administrador de fondos de cobertura de origen estadounidense. Fuente: Ryan Lash/ Flickr.

De esa forma, Tudor Jones predijo el crash financiero del 19 de octubre de 1987, más conocido como “Black Monday” (Lunes Negro).

Se estima que obtuvo rendimientos superiores al 125%, acumulando más de 100 millones de dólares en ganancias. Fue uno de los pocos que anticipó la tormenta.

Sus inicios como trader

Nacido en 1954 en Memphis, Tennessee, Estados Unidos, Tudor Jones comenzó con el trading a los 21 años. Después de graduarse de la Universidad de Virginia, fundó Tudor Investment Corporation en 1980 con el apoyo de su primo William Dunavant Jr., quien le presentó a Eli Tullis, un comerciante de futuros de algodón en Nueva Orleans.

Tullis ayudó a Jones a dar sus primeros pasos en los mercados financieros, aunque lo despidió después de que Jones se quedara dormido en su escritorio.

A pesar de ese contratiempo, Jones continuó su carrera en el mundo financiero y en 1986 fue nombrado tesorero de la Bolsa de Algodón de Nueva York. Posteriormente, ocupó el cargo de presidente de la Bolsa de Algodón de Nueva York desde 1992 hasta 1995.

Además, en 1985, el inversionista lanzó el Tudor B VI, un fondo de cobertura que rápidamente ganó reputación por sus rendimientos, considerado uno de los más exitosos de la industria durante la década de 1980 y principios de 1990.

Su enfoque de inversión

Según Forbes, el patrimonio neto actual de Jones es de 8.100 millones de dólares, lo que lo sitúa en el puesto 317 de la lista de las personas más ricas del mundo

El valor de los activos bajo la gestión de su cartera ha ido aumentando desde mediados de 2023 hasta alcanzar los 7.380 millones de dólares hasta mayo de 2024. Las mayores participaciones incluyen Splunk Inc, Pioneer Natural Resources y Nvidia Corp.

En el mundo financiero, el multimillonario administrador de fondos de Wall Street es conocido por su enfoque en el “macro trading”. La estrategia consiste en tomar posiciones basadas en predicciones sobre eventos económicos y políticos.

Fue esa misma estrategia la que le permitió anticipar el Black Monday de 1987.

¿Por qué elegir bitcoin?

Más adelante, en 2020,esa habilidad también le permitió identificar el potencial de crecimiento de bitcoin (BTC) y las criptomonedas en un contexto adverso para la economía mundial por la pandemia del Covid-19.

En aquel entonces, reveló que había decidido invertir en la moneda digital creada por Satoshi Nakamoto para protegerse de la inflación. Él dijo:

“Bitcoin es matemáticas y las matemáticas existen desde hace miles de años. Me gusta la idea de invertir en algo que es fiable, consistente, honesto y 100% seguro”.

Paul Tudor Jones, administrador de fondos de Wall Street.

Asimismo, destacó que el activo digital es de su agrado como “diversificador de la cartera y almacén de riqueza. “Quiero tener un 5% en oro, un 5% en bitcoin, un 5% en efectivo y un 5% en materias primas. No sé qué quiero hacer con el otro 80% en este momento. Quiero esperar a ver qué va a hacer la Reserva Federal de Estados Unidos”, detalló, luego de que el organismo de Jerome Powell decidiera subir la tasa de interés.

Posiblemente las declaraciones de Tudor Jones en favor de las monedas digitales impulsaron aún más la participación de los inversionistas institucionales.

En una entrevista con CNBC, en 2022, en plena caída del mercado explicó que en un futuro los activos digitales podrían jugar un papel importante debido a la escasez inherente de bitcoin (solo existirán 21 millones de BTC). “Vamos a tener que hacer un recorte fiscal. En un momento en el que hay demasiado dinero, algo como BTC o ether (ETH), eso tendrá valor en algún momento”, completó.

Como reportó CriptoNoticias, en medio de los conflictos geopolíticos (guerra Rusia y Ucrania) que hay en el mundo y la grave situación fiscal de Estados Unidos, el inversionista destacó que las políticas monetarias podrían aumentar el atractivo por los activos digitales sobre otros instrumentos más tradicionales como bonos y acciones. “Amo a bitcoin y al oro, pero no puedo amar a las acciones”, había manifestado.

Además, apuntó contra las políticas de tasas de interés que “causan costos de financiamiento más altos, que a su vez causan una mayor emisión de deuda, lo que causa una mayor liquidación de bonos, lo que causa tasas más altas, lo que nos coloca en una situación fiscal insostenible”.

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