Se disparan los fraudes de inversión relacionados con las criptomonedas

Aunque en las últimas horas el Bitcoin ha dejado atrás su racha alcista y ha registrado caídas de más de un 5%, hasta situarse por debajo de los 65.000 dólares, todavía son muchos los usuarios que encuentran en esta criptomoneda un activo de valor que le reporte un elevado rendimiento a sus inversiones.

Dado su éxito, no han tardado en proliferar los fraudes de inversión. Solo en EEUU representaron en 2023 hasta el 86% de todas las pérdidas.

En el caso de España, se calcula que hay unos 17.000 afectados hasta la fecha. Los ciberdelincuentes se sirven de la IA para crear deepfakes e imágenes editadas de influencers como David Broncano, Carlos Sobera o Laura Escanes, entre otros.

No solo utilizan su imagen, sino también clonan su voz, para que sirvan como anzuelo y lograr así llevar a los usuarios hasta sitios web de inversión de criptomonedas falsos.

Un servicio de inversión falso en criptomonedas

El método operativo de los estafadores es muy sencillo. Primero lanzan la captura modificada de un supuesto artículo en un medio de comunicación nacional conocido, en el que explican una técnica secreta o método oculto que un famoso conoce y con el que se ha hecho millonario.

A raíz de aquí, el lector hace clic en uno de los enlaces y aterriza en la web diseñada por los estafadores. Más tarde, se hacen pasar por una empresa real que promete una inversión muy sencilla y que reportará grandes beneficios.

El daño que sufre el usuario va más allá de lo económico. Los hackers obtienen acceso a sus datos personales y bancarios sin su consentimiento. Incluso si se proporciona el número de teléfono, es altamente probable que se llame insistentemente haciéndose pasar por un bróker profesional para convencernos de que hagamos la inversión lo antes posible.

Un informe reciente emitido por el FBI declaró que las pérdidas de inversiones vinculadas a las criptomonedas aumentaron de los 2.570.000 millones de dólares a los 3.940.000 millones de dólares en 2023, es decir, un 53% más.

Los fraudes de inversión con criptomonedas más comunes

El ingenio de los ciberdelincuentes alcanza límites insospechados. Entre las prácticas más frecuentes destaca el caso del supuesto ‘gerente de inversiones’ que se comunica inesperadamente. Esta persona asegura que es capaz de multiplicar la inversión inicial en criptomonedas, aunque para ello exigirá que se le realice una transferencia a una cuenta online.

Otro es el caso del estafador que se hace pasar por una persona famosa. En esta ocasión, contacta personalmente mediante las redes sociales y envía un enlace o código QR para que se realice la inversión. Poco después, desaparece.

La práctica del ‘enamorado virtual’ es muy común en las páginas y aplicaciones de citas. Una persona nos solicita que le enviemos dinero o criptomonedas para ayudarle a realizar una inversión. En este caso, utiliza la emoción para convencer a su víctima.

El dinero fácil y garantizado no existe

Los estafadores aseguran que se puede ganar dinero u obtener altos rendimientos, aunque no existe ninguna inversión que pueda ser calificada como ‘de bajo riesgo’. Es muy común utilizar como gancho el testimonio de inversores felices o de celebridades.

Los estafadores suelen hacer grandes declaraciones, aunque sin entrar en detalles o explicaciones. Recordar que un gerente o asesor de inversiones honesto siempre está dispuesto a compartir una información, respaldándola con detalles precisos.

Además de prometer dinero gratis, los estafadores se hacen pasar por compañías reconocidas (Amazon, Microsoft o FedEx, entre otras). Suelen contactar con el usuario a través de un mensaje de texto, un email o por llamada telefónica. Después le comunican que se ha producido un fraude en su cuenta y que la única forma de resolverlo es comprando criptomonedas y enviándoselas.

Son numerosas las prácticas de fraudes de inversión relacionadas con criptomonedas que existen en la actualidad. Lo más conveniente será ser precavidos y evitar cualquier traspaso de capital a fuentes no fiables y poco seguras.

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