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Venezuela: ¿Por qué las criptomonedas están cambiando la forma en que se consume energía?

Venezuela ha sido desde hace varios años un paraíso para los cripto mineros. Este fenómeno, impulsado por el acceso a energía eléctrica a bajo costo, ha generado tanto oportunidades como desafíos para el país sudamericano.

A través de un análisis de la situación, se revela el impacto significativo que las criptomonedas han tenido en el consumo de energía y la economía venezolana. El tema de las criptomonedas en Venezuela, a diferencia de otros países; se ha manifestado a través de la minería.

El panorama regulatorio para los cripto mineros en Venezuela

La minería de criptomonedas ha pasado a ser una actividad social para nada exenta de crítica y persecución política, pero dejando a su vez muchos beneficios para los mineros en el campo.

Antes que nada es importante aclarar que, aunque no existe una legislación específica que defina la minería de criptomonedas como una actividad económica reconocida. Es más, son casi nulos los estudios sobre el aporte posivo (o negativo) que esta actividad pueda tener en el Producto Interno Bruto (PIB).

Volviendo al tema de la regulación; existe un decreto -bastante sesgado hacia el Petro– que permite una forma de minería de criptomonedas bajo condiciones rigurosas. En la práctica, este decreto ha dado lugar a dos categorías de minería.

La primera se considera “legal” ya que está debidamente registrada en la Superintendencia Nacional de Criptoactivos y Actividades Conexas (Sunacrip). De allí que estas operan a través de un pool minero centralizado establecido por decreto.

“Por último, el Decreto también faculta al Ejecutivo Nacional para regular el mercado de los criptoactivo, el uso y creación de las billeteras virtuales, y demás entes dedicados al ahorro y a la intermediación virtual de criptoactivos, y las actividades mineras virtuales, en el territorio nacional.”

Sin embargo, no todos los mineros han optado por inscribirse en el Registro Integral de Mineros, ya que algunos prefieren evitar la supervisión estatal. Por lo tanto, surge el segundo tipo de minería, que se considera ilegal. Este segundo tipo de minería generalmente se le acusa de estar acompañado de actividades propiamente ilegales como el famoso parasitismo energético ( robo de energía etc).

Venezuela: Un paraíso para los cripto mineros, o lo era hasta hace unos meses

Venezuela, en un momento, se presentó como un paraíso para los mineros de criptomonedas debido a su energía eléctrica asequible. Sin embargo, recientes acontecimientos han llevado al surgir de restricciones gubernamentales.

La Superintendencia Nacional de Criptoactivos y Actividades Conexas (Sunacrip) -envuelta recientemente en un grave caso de corrupción– ordenó el cierre de numerosas granjas de minería. Esto lo hizo citando problemas relacionados con la regulación y la legalidad. Este cambio abrupto ha dejado a muchos mineros en una encrucijada, buscando adaptarse a un entorno en constante evolución.

El seguimiento a la situación revela que la minería de criptomonedas absorbía aproximadamente el 30% del consumo eléctrico del país. Este fenómeno se explicaba en gran medida por los bajos costos de la energía. Lo que permitía a los mineros operar de manera rentable incluso en medio de desafíos económicos más amplios.

Minería de Criptomonedas y Consumo Eléctrico: Una Relación Complicada

La explotación de los recursos del subsuelo y las rentas en Venezuela desempeña un papel crucial en el respaldo de las infraestructuras materiales que alimentan directamente a las criptomonedas.

Este fenómeno no solo destaca la susceptibilidad de los mercados de criptomonedas a fluctuaciones y vulnerabilidades de precios, sino también cómo estos mercados pueden prosperar en contextos de crisis y fragilidad. La disponibilidad de electricidad a bajo costo se señala como un importante incentivo para la minería de criptomonedas.

La entrada de Venezuela al negocio de las criptomonedas está íntimamente ligada a la condición del país como productor de energía. A primera vista, Venezuela satisface las condiciones previas para que surja y se propague la minería de criptomonedas, ya que surgen instalaciones mineras en lugares bendecidos con energía barata, abundante y, con suerte, subsidiada.

Venezuela: Una cuna energética para los cripto mineros

La infraestructura eléctrica de Venezuela, en teoría, puede ofrecer garantías infraestructurales para la minería de criptomonedas.

Antes de la reestructuración de la SUNACRIP, Venezuela tenía el mayor volumen de Bitcoin en 2021, con 47%, un paraíso para los cripto mineros. Fuente: Statista

Aunque la energía barata ha sido un imán para los mineros, no está exenta de controversias. Mientras que Venezuela disfruta de precios eléctricos competitivos, el impacto ambiental de la minería de criptomonedas ha suscitado preocupaciones. La producción de energía eléctrica conlleva la emisión de gases de efecto invernadero, lo que plantea preguntas sobre la sostenibilidad de este modelo en el largo plazo.

En contraste con muchos otros países, Venezuela se ha destacado por ofrecer ventajas significativas para los mineros. Como es frecuente algunos alegan que han sido la sostenibilidad ambiental y las consideraciones regulatorias han llevado a una revisión de las políticas gubernamentales.

La transición hacia un enfoque más equilibrado, que aborde tanto los beneficios económicos como las preocupaciones medioambientales, se vuelve crucial para el futuro de la minería de criptomonedas en el país.

Otros factores que motivan a los cripto mineros en Venezuela

La economía venezolana, caracterizada por su fragilidad socioeconómica, contribuye a la expansión del mercado de criptomonedas. Más allá de la energía de bajo costo, Venezuela ofrece mano de obra asequible para el ecosistema de las criptomonedas.

Por otra parte, dadas las condiciones sociopolíticas del país, la narrativa anarcocapitalista se vuelve más persuasiva en ciertos grupos, especialmente entre los mineros cripto. Creando así una paradoja más que irónica en la cual los mercados de criptomonedas pueden expandirse en un país nominalmente socialista.

Adicionalmente, hace más de 5 años, el Gobierno de Nicolás Maduro había expresado a través de los medios de comunicación su intención de adoptar una postura más favorable hacia la minería de criptomonedas, probablemente porque la fecha estaba en conjunción con el anuncio propagandístico del Petro.

Aparentemente, tras los anuncios del presidente, las entidades reguladoras habían iniciado el proceso de devolución de las máquinas confiscadas a los mineros de criptomonedas, al mismo tiempo que habían comenzado a contratar a individuos del ecosistema cripto para participar en sus propias operaciones mineras. ¿Significaba esto una tolerancia eterna de la minería cripto en el país?

Nada más alejado de la realidad; a finales del 2023, casi todos los mineros se centran Bitcoin y otras criptomonedas populares totalmente distantes del Petro, por lo que el Gobierno venezolano ha reanudado la prohibición de la minería cripto.

El uso de criptomonedas también ha demostrado tener consecuencias en la economía nacional de Venezuela. Si bien la minería ha proporcionado una fuente de ingresos para algunos, la volatilidad inherente a las criptomonedas ha contribuido a la inestabilidad económica del país.

La inflación y la devaluación de la moneda local son efectos secundarios que plantean interrogantes sobre la sostenibilidad a largo plazo de la dependencia de las criptomonedas.

Conclusiones: ¿Podrá prosperar la minería cripto en Venezuela

Las criptomonedas han alterado la dinámica energética de Venezuela, aprovechando la ventaja de costos eléctricos bajos pero también generando tensiones en términos de regulación y de oposición política. La transformación en curso plantea desafíos económicos y ambientales que requieren un enfoque integral y equilibrado.

Aunque la minería ha contribuido a algunos ingresos, la volatilidad de las criptomonedas ha exacerbado la inestabilidad económica, evidenciando riesgos asociados con la dependencia de esta actividad.

Por otra parte, la minería de criptomonedas aún no es una actividad económica reconocida por la mayoría de la sociedad venezolana, ni hablar del plano legal. Mientras esta actividad siga manteniéndose al margen del resto de la sociedad es muy improbable que pueda perdurar en los siguientes años. Aquí aplica bastante la frase de “cosechas lo que siembras”.

Al contrario, si los mineros logran una forma coherente de obtener beneficios a la vez que justifican su actividad mediante algún aporte a la sociedad más allá de la mal denominada “educación cripto”, posiblemente su actividad llegará a gozar de mayor reconocimiento, logrando así un mayor poder de negociación y cabildeo político con las autoridades gubernamentales.

En otras palabras; mientras los mineros no logren dar un justificante social a su actividad económica; la minería de criptomonedas quedará recluida a una actividad de la economía sumergida, estando por ende a completa disposición de los caprichos políticos del Gobierno de Maduro.

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